martes, 27 de diciembre de 2016

Anarquía & Comunismo Nº 7. Lea y difunda!

Ya está disponible en formato pdf y físico el número 7 del boletín teórico-agitativo Anarquía & Comunismo.

Contenido:

- Separaciones y superaciones: a favor de la teoría revolucionaria.
- Contra el estado.
* Estado, civilización y democracia.
* Estado y territorio.
- Obituario (Fidel): Ha muerto un sátrapa del capital.
- Afilando las palabras: "Pequeña burguesía".

_______________________________________

Separaciones y superaciones.
A favor de la teoría revolucionaria.

La separación de las esferas de la vida, a pesar del paso de los años y del vasto material teórico del que por suerte hoy disponemos, continúa siendo una de las principales dificultades para la práctica revolucionaria. Queda claro que pese al discurso bien articulado de algunos, hay serias deficiencias en lo que es la comprensión de algunos conceptos básicos de la teoría revolucionaria, lo que queda bien ejemplificado respecto a las nociones de separación y superación. Así, nos encontramos muchas veces con aburridos debates que nos dejan una sensación de deja-vu. Militantismo vs activismo, vida privada vs vida pública, vida cotidiana vs vida política, violencia vs pacifismo, organización vs informalidad y una muy recurrente hoy en día, que es la de teoría vs praxis. Podríamos detenernos a analizar cada uno de estos eternos debates. Podríamos jugar a ser optimistas y decir que la discusión de estos antagonismos artificiales “ayudan” a la maduración del movimiento real. Pero no somos tan ingenuos. Estas discusiones llevan largos años y hemos visto sus resultados: fortalecen egos, enemistan, fragmentan y finalmente debilitan toda posibilidad de avance. Es más, el movimiento ficticio, justamente ese que rehuimos, se constituye en torno a las conclusiones de estas mismas sin advertir en que devienen en “nuevas” ideologías. Por lo demás, el dicho popular que recita “hay de todo en la viña del señor” se cristaliza en el panorama general de esta gran carpa de circo llamada “izquierda”. Hay organizaciones, colectivos y demases de cada una de las tendencias que han tomado partido o por lo uno o por lo otro en estas discusiones estériles.

Hemos presenciado también lo difícil que resulta para algunos individuos salir de estas trampas ideológicas. Al parecer, la superación dialéctica (Aufheben1) de los falsos opuestos es un ejercicio casi sobrehumano cuando la lógica formal es la que se nos ha enseñado desde pequeños. La no-contradicción es la regla que subyace a esta forma de pensar, es –podríamos decir- el puritanismo del pensamiento. En esta trampa la síntesis es imposible. 

La manifestación externa de esta lógica retrograda es el ensimismamiento, la amputación de nuestra apertura hacia los otros. En este esquema donde cada mónada es portadora de SU verdad, es decir LA verdad, el diálogo, ya sea como conversación o como conflicto, no tiene cabida. Estamos frente a un modo de pensar que es asocial por antonomasia, a un modo de pensar que estanca el pensamiento mismo. Pero seamos claros, que esto suceda en la mayoría de la población alienada no nos sorprende en demasía. Lo que nos resulta llamativo es que aquellos que dicen querer cambiar el estado de las cosas no reparen siquiera en estos “detalles”. Ah, claro, lo olvidábamos, la mayoría ya resolvió el más actual de estos debates: el de teoría vs praxis, desechando toda lo que huela a actividad teórica. Luego de esta decisión llena de prejuicios, se hace imposible cuestionar las formas mismas que configuran el pensar. Por lo mismo, no nos extrañaría que la pura praxis que surja de esta experiencia anti-teórica no sea más que un reflejo de lo establecido, tanto en la forma como en el contenido. En suma más desgaste, más tanteos en terrenos y estrategias que de antemano han demostrado su inutilidad. El rechazo a la reflexividad crítica es la condena al fracaso y la impotencia total. 

1. Esta palabra alemana no posee una traducción equivalente al español ni al inglés. Además, puede ser traducido por términos contradictorios, como “abolir” o “conservar”. Hegel explota esta dualidad de significados para aplicarlos a la dialéctica, donde negación y superación forman parte de un mismo proceso. En la filosofía de Hegel, Aufheben significa a la vez suprimir, conservar y elevar. Marx ocupa el concepto en el mismo sentido, pero sobre una base histórica.