lunes, 21 de marzo de 2011

A propósito de la masacre de Pampa Irigoin (Puerto Montt, marzo de 1969)...

Tomado del blog punkfreejazzdub:


"...en un último desprecio a todo aquello que representaba la política, era preciso dejar claro que frente al poder ellos opondrían el cuerpo".

El compañero Felipe Guerra, actualmente recluido en la Unidad Especial de Máxima Seguridad de la Cárcel de Alta Seguridad (sí: se trata de una cárcel dentro de otra cárcel) y en huelga de hambre hace 21 días, me prestó en la última visita que le hice la novela "Carne de Perro" de Germán Marín, escrita en Barcelona en 1983 y publicada recién el 2002 (Ediciones , colección Ojo X Ojo). "Te va a gustar, es sobre la VOP", me dijo. Y efectivamente, el libro es bueno, se deja leer de un tirón, y no sé si exista otro artefacto cultural que resuma de mejor manera lo que fue dicha organización desde un punto de vista no policíaco ni izquierdista oficial (lo que viene a ser más o menos lo mismo), sino que con una mirada más empática que se centra en la vida de sus protagonistas y en una cruda descripción de las ironías de la historia en esos años. (De hecho, acabo de recordar que hace una década o más, en algún canal de la televisión abierta mostraron su versión de la historia de la VOP y de estos sucesos).

El grueso de la novela está escrito desde el punto de vista de Ronald Rivera Calderón, relatando en primera persona todo lo que pasa por su cabeza en la madrugada del 12 al 13 de junio de 1971, cuando 5 días después de haber ajusticiado a Edmundo Pérez Zujovic él junto a su hermano, 3 mujeres y un minúsculo puñado de militantes de la Vanguardia Organizada del Pueblo fueron cercados por los ratis al mando del socialista Coco Paredes y una amplia cantidad de milicos en la zona norte de la ciudad de Santiago. Esa parte de la historia es relativamente conocida, así como su desenlace fatal: masacre de estado (puesto que según el relato de Marín, los ratis y socialistas pensaban capturarlos vivos, y estuvieron a punto de lograrlo, pero los milicos siguieron la senda de lo que venían haciendo a lo largo de todo el siglo XIX y XX, y que estaban a punto de hacer de nuevo dos años después, y los masacraron cobardemente cuando ellos ya no se podían defender. Luego de eso, torturaron salvajemente a las mujeres, causando el aborto de la compañera de Ronald, Natacha, embarazada de 5 meses).

También es más o menos sabido que el último sobreviviente de la organización, Heriberto Salazar, vengó la muerte de sus compañeros atacando sólo al Cuartel de Investigaciones en General Mackenna, con dos ametralladoras y un cinturón de cartuchos de dinamita, muriendo pulverizado pero llevándose antes la vida de 3 chanchos, "como un kamikaze proletario" al decir de Rojoscuro.

La masacre de estado que originó esta cadena de violencia apenas ha sido tratada en los medios oficiales. Me refiero a la masacre de 10 pobladores en Pampa Irigoin (Puerto Montt), de la cual se cumplen 42 años en estos días, y que fuera ordenada por Pérez Z., "el hombre de la mano dura", Ministro del Interior de Frei Montalva, como respuesta a una toma de terrenos fiscales. Victor Jara cantó a este hecho en "Preguntas por Puerto Montt", afirmando "Usted debe responder, señor Pérez Zujovic"...Y dado que ante este tipo de masacres la respuesta no llega nunca por el lado de la justicia formal burguesa, Ronald, su hermano Arturo y Heriberto Salazar, hombres de la VOP, procedieron a ametrallarlo en pleno barrio alto dos años después de los hechos, mientras Pérez conducía confiadamente su lujoso auto con su hija universitaria de copiloto, "sin saber que tenía aplazada una deuda que debería pagar alguna vez al contado". Todo este evento está muy bien descrito, aunque con una extraña obsesión por la entrepierna de la hija del ajusticiado atribuída a Ronald por Marín...

En rigor, la historia de Ronald termina en el capítulo 7, pero luego viene el capítulo 8 y final, subtitulado "(Panfleto)", donde Marín se refiere al desenlace que un mes y 10 días después materializa Heriberto Salazar, antiguo anarquista porteño y carabinero por 4 años, en el Cuartel central de los ratis. Con ocasión de dicho capítulo final se refiere el autor a lo molesto que resultaba el accionar de la VOP en un contexto en que "las ilusiones políticas de la izquierda empezaban a creer, llevadas por cierto determinismo economicista, que los cambios sucedidos en el país eran irreversibles (...) De ahí que el asesinato de Edmundo Pérez Zujovic fuese considerado una maniobra artera para modificar el curso de los acontecimientos, tanto como la había sido, meses atrás, el atentado ultraderechista que le costara la vida al general René Schneider".

Marín se refiere también, a lo largo del libro, a la "colaboración" de unos misteriosos panameños que entregaron dinero al grupo para luego desaparecer de la noche a la mañana, y que la versión izquierdista oficial identifica con la CIA (también Heriberto Salazar, en contra de la opiinión de todo el resto del grupo).

Hasta aquí, tenemos dos masacres de Estado (Pampa Irigoin y el asesinato de los Rivera Calderón), y dos actos de violencia proletaria (el ajusticiamiento de Pérez Z. y el acto final de Salazar). La mayor ironía de la historia vendría después, cuando el mismo aparato represivo usado por el gobierno de Allende para reprimir a la VOP fuera utilizado en contra del mismo, cayendo ahora como víctimas Coco Paredes y unos cuantos más de los socialistas que participaron de esta sucia operación: tercera masacre de Estado, volviéndose contra sus propios usuarios.

Finalmente, un comentario sobre la "ideología" de la VOP: Marín la describe sumariamente del siguiente modo: “rechazaban el papel que el marxismo-leninismo asignaba a la clase obrera como vanguardia de la lucha social, muy por el contrario, tenían volcada su fe en aquellos desesperados que, al margen de cualquier compromiso, creían en la rebelión a través de la violencia”. Esta convicción práctica es lo que a la distancia hace a la VOP más atractiva para los anarquistas que para los marxistas-leninistas, si bien a mi juicio representaba un fenómeno propio de la época que difícilmente la hace etiquetable dentro de las tiendas más clásicas.

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En el computador de Pablo Morales -también recluido hace 7 meses en la Cárcel de Máxima Seguridad sindicado por la Fiscalía como "líder" de la "asociación ilícita terrorista" que según su teoría del caso está detrás del llamado "caso bombas"-, la policía encontró una cita de Ronald Rivera Calderón donde aludía precisamente al potencial subversivo del "lumpen"...La fiscalía presentó ese hallazgo como una más de las absurdas pruebas en su contra (sin importarle para nada que muy probablemente lo que explica ese hecho es que Pablo sea sociólogo). Pareciera que a 40 años de los sucesos a que se refiere este libro, el sólo hecho de hablar de la VOP no sólo sigue siendo incómodo, sino que resulta peligroso para todo quien no se resigne y no quiera olvidar esos momentos de la historia.
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Hace unos años ví varias copias de este libro en oferta en la galería san Diego (mil o dos mil pesos, no más que eso). Habrá que volver por una.

lunes, 7 de marzo de 2011

A 90 años del levantamiento de Kronstadt.

En marzo de 1921, hace exactamente 90 años, la ciudad fortificada de Kronstadt, ubicada en la isla de Kotlin al oeste de Petrogrado, se levantó contra el gobierno bolchevique, expresando así el auténtico contenido de la Revolución rusa que estallara el '17. Bajo la consigna principal de "¡Todo el poder a los Soviets y no a los partidos!", los sublevados de Kronstadt exigían una verdadera gestión proletaria de la producción y la sociedad en general, combatiendo el nuevo régimen de explotación capitalista que comenzaba a tomar forma bajo la conducción bolchevique. Puesto que la ciudad poseía una posición territorial estratégica para el país, siendo la puerta de entrada a Petrogrado por el oeste, el levantamiento, acusado por el gobierno de ser parte de una conspiración de potencias extranjeras o de estar financiado por la contra-revolución derechista, fue cruentamente aplastado por el Ejército Rojo, bajo las órdenes de Trotsky, sepultando así uno de los últimos brotes de autoactividad proletaria de esencia y potencial comunista, que fueran el sustrato en el que se cimentó el alzamiento obrero y campesino de 1917.

Al respecto ha existido un largo debate en la "izquierda" internacional. Algunos/as podrían argumentar, por este motivo, que seguir polemizando en torno a este suceso resulta contraproducente, o que no aporta nada para enfrentar las luchas de hoy. Sin embargo, entender y discutir acerca del contexto del conflicto mismo, así como de lo que verdaderamente encarnaba esta insurrección -vilipendiada oficialmente por los distintos leninismos y un tanto distorsionada por el anarquismo ideológico-, creemos que nos permite clarificar posiciones de clase y proyectar distintos escenarios de lucha y el papel de los/as indviduos y grupos concientes en ellos.
Sin pontificar ni mitificar nada, comprendiendo que aquel levantamiento poseía sin duda  errores y limitaciones, podemos decir con convicción que las luchas proletarias y populares actuales, para avanzar hacia la construcción comunista/anárquica, deberán nutrirse del ejemplo histórico de los/as amotinados/as de Kronstadt. Podemos decir con convicción y razón, que la esencia de aquella sublevación es la misma que hoy nos motiva a entablar la lucha contra el capitalismo y toda forma de sociedad clasista.

 El porqué del levantamiento según los/as mismos protagonistas (en el texto se habla de comunistas para referirse al Partido Comunista -así se denominaron los bolcheviques-. Que quede claro que los autodenominados Partidos Comunistas oficiales, de comunistas tienen sólo el nombre):

Por qué estamos luchando
Después de realizar la Revolución de Octubre, la clase trabajadora había esperado lograr su emancipación. Pero el resultado fue un esclavizamiento aun mayor de la personalidad humana. El poder de la policía y de la monarquía gendarme pasó a manos de los usurpadores comunistas, que en lugar de dar libertad al pueblo le infundieron el constante temor de caer en las cámaras de tortura de la Cheka, que excedieron de lejos por
sus horrores a la administración gendarme del régimen zarista. Las bayonetas, las balas y las torvas órdenes de los oprichniki de la Cheka es lo que obtuvieron los trabajadores de Rusia soviética luego de mucha lucha y sufrimiento. El glorioso emblema del Estado de los trabajadores –la hoz y el martillo– ha sido reemplazado de hecho por la bayoneta y la reja carcelaria por las autoridades comunistas, con el fin de mantener la tranquili-
dad y despreocupada vida de la nueva burocracia de comisarios y funcionarios comunistas.
Pero lo más infame y criminal de todo es la servidumbre moral que inauguraron los comunistas: pusieron también sus manos en el mundo íntimo de los trabajadores forzándolos a pensar a la manera comunista. Con ayuda de los sindicatos burocratizados ligaron a los obreros a sus bancos de trabajo, de modo que la tarea se transformó no en un motivo de alegría sino en una nueva forma de esclavitud. A las protestas de loscampesinos, expresadas en levantamientos espontáneos, y a las de los obreros, cuyas condiciones de vida los impulsaron a la huelga, respondieron con ejecuciones masivas y derramamiento de sangre, en las cuales no los sobrepasaron ni siquiera los generales zaristas. La Rusia de los trabajadores, que fue la primera en alzar la bandera roja de la emancipación del trabajo, está empapada en la sangre de los martirizados por la gloria de la dominación comunista. En este mar de sangre los comunistas están ahogando todas las grandes y brillantes promesas y consignas de la revolución de los trabajadores. El cuadro ha adquirido perfiles cada vez más netos, y ahora está claro que el Partido Comunista ruso no es el defensor de los trabajadores como pretende ser. Los intereses del pueblo trabajador le son ajenos. Obtenido el poder, sólo teme perderlo, y por lo tanto estima aceptables todos los medios: la calumnia, la violencia, el engaño, el asesinato, la venganza sobre las familias de los rebeldes.
La larga y sufrida paciencia de los trabajadores está llegando a su término. Aquí y allá la tierra se va iluminando con los fuegos de la insurrección, en una lucha contra la opresión y la violencia. Han comenzado las huelgas obreras, pero los agentes de la okhrana bolchevique no están dormidos y han tomado todas las medidas para prevenir y reprimir la inevitable tercera revolución. Pero sin embargo ésta ha llegado, y la están realizando las manos de los trabajadores mismos. Los generales del comunismo ven claramente que es el pueblo el que se ha levantado, convencido de que se han traicionado las ideas del socialismo. Sin embargo, como tiemblan por su piel y se dan cuenta de que no escaparán de la cólera de los trabajadores, tratan aún, con ayuda de sus oprichniki, de aterrorizar a los rebeldes amenazándolos con la prisión, los pelotones de fusilamiento y otras atrocidades. Pero la vida bajo el yugo de la dictadura comunista se ha vuelto más terrible que la muerte.
El pueblo trabajador sublevado comprende que no hay un punto medio en la lucha contra los comunistas y la nueva servidumbre que éstos instauraron. Hay que ir hasta el fin. Los comunistas quieren aparecer como haciendo concesiones: en la provincia de Petrogrado fueron retirados los destacamentos camineros y se adjudicaron 10 millones de rublos oro para la adquisición de alimentos en el exterior. Pero no hay que engañarse, pues por detrás de este cebo se oculta la mano de hierro del señor, el dictador, que piensa recuperar cien veces sus concesiones cuando se restablezca la calma. No, no puede haber ningún punto medio. ¡Victoria o muerte! El ejemplo lo está dando Kronstadt Roja, amenaza para loscontrarrevolucionarios de derecha e izquierda. Allí se ha dado el nuevo paso adelante en la revolución. Allí se alzó la bandera de la rebelión contra una violencia y opresión del dominio comunista que ya lleva tres años y que ha eclipsado al yugo de trescientos años del monarquismo. Allí en Kronstadt se ha puesto la primera piedra de la tercera revolución, rompiendo las últimas cadenas de las masas laboriosas y abriendo un nuevo y
amplio camino para la creatividad socialista.
Esta nueva revolución levantará también a las masas trabajadoras del este y del oeste, pues servirá como ejemplo de la nueva construcción socialista, por oposición a la “creatividad” burocrática comunista. Las masas trabajadoras del exterior verán con sus propios ojos que todo lo creado hasta ahora aquí por la voluntad de los obreros y campesinos no era socialismo. Sin un solo tiro, sin derramar una sola gota de sangre, se ha dado el primer paso. Los trabajadores no necesitan sangre. Sólo la verterán en un momento de autodefensa. Pese a todos los actos ultrajantes de los comunistas, tenemos bastante moderación para limitarnos sólo a aislarlos de la vida pública, de modo que su agitación maliciosa y falsa no obstaculice nuestro trabajo revolucionario.
Los obreros y campesinos marchan sin cesar adelante, dejando tras de sí a la Asamblea Constituyente con su régimen burgués, y a la dictadura del partido comunista con su Cheka y su capitalismo de Estado, cuyo lazo corredizo rodea el cuello de las masas trabajadoras y amenaza estrangularlas. La presente contingencia da por fin a los trabajadores la oportunidad de tener sus soviets libremente elegidos, que funcionen sin la másmínima presión partidaria, y de reconstruir sus sindicatos burocratizados transformándolos en asociaciones libres de obreros, campesinos e intelligentsia trabajadora. Se ha quebrado, finalmente, el garrote de vigilante de la autocracia comunista.



El documento anterior ha sido tomado de Kronstadt 1921 (Paul Avrich), apéndice B (Ediciones Utopía Libertaria), libro absolutamente recomendado para saber y comprender sobre este levantamiento.

Otro material recomendable es la Comuna de Kronstadt, por Ida Mett.

Otros artículos recomendados (en inglés) de la página libcom.org :
Remember Kronstadt (Artículo de Wildcat de 1991, cuando se cumplían 70 años de la masacre, que contiene también críticas al "comunismo de izquierda", específicamente al PCint.) 
The Kronstadt Uprising of 1921 (de Lynne Thorndycraft)

Las visiones y versiones de los distintos leninismos pueden encontrarse fácilmente en la red.