jueves, 30 de junio de 2011

Sobre las protestas estudiantiles.

Acerca de la comprensión comunista/anárquica de las actuales protestas estudiantiles

Hemos estado leyendo los panfletos difundidos por Hommodolars en relación a las últimas manifestaciones estudiantiles, así como los comentarios del propio sitio sobre los mismos y las referidas movilizaciones. En este sentido, nos han surgido algunas reflexiones que tienen que ver, sobre todo, con el análisis y comprensión de estas luchas parciales y, en coherencia con ello, la postura y acción de las minorías revolucionarias frente a tales procesos.

Los panfletos(1) por sí mismos contienen una crítica (que obviamente compartimos) a las castraciones ciudadanistas y reformistas del propio proceso de movilizaciones, así como un llamado a la superación de estos límites, a la profundización de los análisis y a la radicalización teórica/práctica en base, principalmente, a la mantención y transformación de los espacios ocupados para ir más allá de las demandas al estado; para la generación de relaciones que rompan con la cotidianidad alienante del capital. También intentan clarificar el rol de la educación en la sociedad capitalista -como transmisora de la ideología dominante y generadora de mano de obra cualificada y funcional a los engranajes del sistema-, en perspectivas de romper con su mistificación como herramienta neutral de progreso social. En tal sentido, concordamos en lo fundamental y creemos necesaria la difusión de este material, la que alentamos. Por lo visto, los/as compas de HD también se identifican con los mencionados panfletos, razón por la que le dan espacio en su web. Sin embargo, pensamos que las notas y comentarios de HD al respecto contienen algunos errores importantes. No es sólo el lenguaje (muy agresivo), sino que pensamos que existe una desconexión ideológica con la clase en sí. No nos parece correcto (en un sentido teórico, no solamente discursivo) denominar como “estupidez” la lucha parcial -o incluso artificial- de un sector social específico (en este caso, el estudiantado). Si bien, no creemos ser los únicos en sentir un instintivo desprecio hacia el mundillo estudiantil universitario "buena onda", que se
compró aquello de que era la "élite intelectual del país" y de que con sus lamentos democráticos van a ayudar a los "más necesitados", entender desde posiciones comunistas revolucionarias estas movilizaciones sólo como superficialidades y consecuencias del capitalismo espectacular, es no ver las potencialidades rupturistas que se van dibujando en estos momentos. Porque más de 100 mil estudiantes en las calles en todo el país no es sólo una muestra más del borreguismo reformista. Hay algo más. Si bien no toda movilización popular es constitutiva del desarrollo del movimiento comunista, la lucha de masas sí es imprescindible para el avance efectivo del mismo. Es decir, de manera más general, que no todo lo proletario es revolucionario(2,) pero la ruptura comunista/anárquica sin la acción del proletariado constituido como clase es imposible(3).

Con todo, cuando la "gente común" pide más democracia, lo que está realmente haciendo es reconocer en la práctica la enajenación cotidiana de la que es parte, la falta intolerable de control y decisión sobre sus vidas. Y todo aquello lo reviste con la imagen mistificada y mitificada de la democracia, la cual en su expresión supuestamente auténtica garantizaría la posibilidad de expresar sus opiniones y definir el curso de su vida en base al intercambio libre de las mismas. Entregar elementos para romper con esa mistificación es una de las tareas de lxs comunistas/anárquicos, y eso se hace de manera seria y siendo parte de las experiencias (no de todas, claro está, sino de las que, luego de un determinado análisis, veamos como potenciales).

No se trata de que creamos que a partir de estas movilizaciones, dotándolas con una correcta orientación o conducción, entremos de lleno a un periodo abiertamente revolucionario, sino que las entendamos como procesos necesarios para la experiencia colectiva de la clase, desde los cuales comienza a abrirse camino hacia su propia liberación. Por ello, la potenciación de las características autónomas y rupturistas de estas protestas y demás acciones, que creemos posible, se torna una tarea fundamental de las individualidades y agrupaciones comunistas/anárquicas. Tenemos claro que la revolución no se trata de la acumulación cuantitativa de experiencias similares a las actuales (muy limitadas en su forma y contenido). No es la suma de parcialidades la que de por sí se torna revolucionaria. Ante todo, se requiere de cambios cualitativos para entrar a una fase de enfrentamiento clasista abierto. Es decir, es la esencia del movimiento la que debe ser distinta. Pero esa esencia, si bien no es consecuencia directa de la mera sumatoria de experiencias aisladas, sí tiene sus raíces en el desarrollo de dichos procesos. Es por todo esto que los empeños de HD en demostrar el reformismo y la “estupidez” de estas experiencias no nos parecen aportadores ni clarificadores. No porque solamente el lenguaje sea agresivo, sino porque no reconoce la validez de estos eventos como posibles pasos para el movimiento en general, para generar una conciencia proletaria verdadera. Y es que la mantención de esta actitud lleva a la inacción y al desdén reaccionario hacia la actividad de la clase. Por supuesto que tampoco se trata de querer conducir estas movilizaciones asumiendo sus propias limitaciones, cuestión que, según nos parece, hacen o pretenden hacer otras organizaciones del marxismo-leninismo y afines al anarquismo oficial y plataformista. Son éstas las que, en nombre de la “inserción social”, lo que hacen es, tácita o explícitamente, asumir una limitación perpetua de las capacidades intelectuales, organizativas y revolucionarias del proletariado, puesto que no pretenden superar sino sumar parcialidades que, bajo su alero, serían conducidas por la senda correcta (senda que es tan diversa como diverso es el espectro del izquierdismo). Como hemos planteado, la alteración de las relaciones en el seno de estas experiencias es la que nos interesa, no la conducción técnica y politiquera de un amasijo de contradicciones.

Por otro lado, lejos de condenar la violencia proletaria organizada o instintiva, y despreciando profundamente la actitud "pacifista" (y, paradójicamente, a menudo muy violenta con el "violentista") del “ciudadano democrático”, no nos encuadramos tampoco en la apologización y recuperación ideológica de todo desmadre que se produzca en las calles, muchos de ellos también interpretables como expresión espectacular de la violencia cotidiana que el sistema impone y reproduce. No toda expresión de lucha proletaria debe recurrir a la fuerza en todo momento. Pero la madurez de las mismas ya dará cuenta de eso.

En definitiva, el estudiantado sólo pasará a ser un agente de ruptura cuando sea capaz de comprenderse como parte integral de la clase sometida a la explotación, y como tal luche ya no por una mejor domesticación, sino por la subversión total de las relaciones alienantes, producidas y reproducidas por la sociedad de clases. Aquí no hay ninguna controversia con los/as compañeros/as de HD. Pero ese proceso no se logra sólo con la difusión de panfletos y comunicados, menos si estos se empeñan en desacreditar las experiencias particulares por sus evidentes limitaciones. Es, sobre todo, un camino cuyo inicio está en la superación de estas experiencias. No desconocemos la posibilidad de que a la vez se constituyan en mecanismos de autocontrol del mismo sistema, pero distanciarnos por este motivo es perder de vista las experiencias necesarias para el avance de la conciencia y acción proletaria para su autoliberación.

Finalmente, hay que denunciar el intento mediático, estatal y reformista de fijar bajo sus criterios los límites entre manifestantes “buenos”, aquellos que con sus demandas en el marco de la legalidad contribuirían al progreso nacional, y los malos, esos “infiltrados ideologizados” que sólo buscan destruir (la expresión en la prensa de este intento es tan burda, que no debería costar mucho derribarla).

Esperamos que estos comentarios sean recibidos como una visión crítica fraternal y, en ningún caso, como un ataque o intento de demarcación entre lo correcto y lo falso. Si planteamos todo lo anterior, es porque reconocemos en HD un importante espacio difusor de teoría radical y análisis derivados de ella. Creemos que el fortalecimiento de una perspectiva comunista radical precisa de una crítica y autocrítica constante, dura si se requiere, pero fraterna y libre de suspicacias que no deberían tener lugar entre quienes nos planteamos la superación de las prácticas comunes de la izquierda del capital.

Por lo demás, en tiempos como estos, en que la acción y conciencia del movimiento proletario son débiles en términos generales, creemos necesario valorizar la integralidad y radicalidad de la teoría y praxis total de la clase, con el fin de generar perspectivas y posibilidades coherentes que permitan el advenimiento de un escenario (realmente) revolucionario. De ahí el interés en plantear nuestro punto de vista y posiciones, no sólo como ataque al status-quo, si no también como contribución al movimiento del que, un puñado de compañeros que conformamos las RAP, creemos ser parte.

Saludos revolucionarios.

Redes por la Autonomía Proletaria - RAP.

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Notas:
(1) En particular, nos referimos a aquellos firmados por Comité de la Imaginación/Algunos Proletarios-as que estudian/Núcleo de Agitación Comunista.
(2) No creemos necesario desarrollar más este punto. Baste decir que la existencia del proletariado requiere de la alienación del mismo, por tanto la actitud “normal” de la clase, bajo la dominación de la ideología (siempre burguesa), tiende a ser reaccionaria. Así el machismo, la homofobia, el racismo, el nacionalismo, etc., son actitudes proletarias que claramente constituyen un obstáculo en el desarrollo de la propia conciencia clasista revolucionaria, y el hecho de recuperarlas so pretexto de “acercarse al pueblo” es parte de una política evidentemente reaccionaria.
(3) Y esto es lo que no comprenden ciertas corrientes del anarquismo, que promueven el “ataque ahora ya” al capital, mistificando ciertas acciones pirotécnicas en particular y desdeñando al “pueblo”, porque este sería un ente pasivo y totalmente entregado a la dinámica del sistema. Una cosa es reconocer el estado actual de la clase, y otra es perpetuar ideológicamente tal estado y entregarse a la idea romántica de crear islotes de resistencia y ataque al sistema. Ataque por lo demás ilusorio, porque el capitalismo prosigue su funcionamiento sin variar significativamente luego de estas acciones, respondiendo a su vez con su clásica maquinaria represiva mediática-estatal y enviando compañeros y compañeras a sus centros carcelarios o a la muerte. El capitalismo está fundado en relaciones sociales, por tanto son éstas las que deben ser subvertidas, desde el contacto interpersonal más íntimo hasta la relación inter-clasista mediada por la dominación, proceso en el cual el enfrentamiento físico con los aparatos contra-revolucionarios es sólo una parte. No desconocemos los brotes aislados de respuestas radicales a las condiciones brutales en las que nos mantiene el capital y sus estados, pero también comprendemos que para constituir una amenaza para la existencia del sistema y a la vez una propuesta creativa de relaciones sociales no-alienadas, hace falta más que la mera multiplicación de estos focos de lucha.
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Los compas de Rap Masa nos han enviado unos comentarios criticos respecto a ciertas cuestiones planteadas en esta web en relacion con las movilizaciones estudiantiles. Las publicamos con la intencion de que, si alguien puede considerarse afin a ciertas posiciones planteadas en la problematica de las movilizaciones plasmadas en esta web, disponga de mayores elementos para el esclarecimiento de la misma. Creemos que hay varios puntos en comun donde la forma en que hemos escrito puede llevar a ocultar el contenido, y es necesario por ello estos comentarios enviados. Quizas mas adelante publiquemos los puntos de convergencia y el modo en que el lenguaje usado y la forma para expresar las cuestiones esta en gran cercania con el contenido de los compas, pero que precisamente dicha forma puede llevar a que no se comprenda del todo el contenido. Ahi, claramente, la cuestion va por nuestro lado. Y con fraternidad aceptamos las criticas para nosotros mismos y quienes quizas se acercan a estas posiciones, clarifiquemos y sepamos manifestar de mejor forma aquello que criticamos. Por mucho que esto sea a nivel de la "red" no debemos separarla de la maldita realidad, e integrarla tal como una discucion y relacion con otros compas donde cada proletario que lea, adopte mas elementos para una mejor teorizacion de su propia practica...pero solo elementos que se desarrollan por la autoconciencia de cada relacion con otro proletario en guerra.

Más documentos y panfletos en Hommodolars AQUÍ

lunes, 27 de junio de 2011

El concepto de "Proletariado" (por el MIL)


(Sacado desde: "La revolución hasta el fin", originalmente titulado “Marxismo años 70” e informalmente conocido como “El Mamotreto”, con que el MIL intentó sistematizar de la forma más acabada posible una teoría comunista antiestatal ligada a la práctica autónoma de los proletarios organizados en Consejos)

CAPITULO 4:  EL CONCEPTO DE “PROLETARIADO”.

Al concepto abstracto del proletariado corresponde el concepto abstracto del socialismo como nacionalización y planificación, cuyo contenido concreto resulta ser finalmente la dictadura totalitaria de los representantes de la abstracción del partido burocrático”
Paul CARDAN. “La Experiencia Revolucionaria”. Socialisme ou Barbarie, 1952.

Explotadores y explotados.

El hecho que divide a la sociedad en dos grandes clases antagónicas –burguesía y proletariado- es el de laexplotación; éste es el criterio que nos va a permitir distinguir los bandos en pugna, el reaccionarismo de la burguesía y la misión histórica del proletariado. Pero esta explotación es al mismo tiempo económica, social y a nivel de pensamiento, como ya vimos: el criterio de delimitación que corresponde a cada uno de estos niveles es respectivamente el de salario, el de trabajo manual y el de alienación. Ello da pie a una interpretación minimalista y una interpretación maximalista del concepto de proletariado, un sentido restrictivo y un sentido amplio respectivamente.
La interpretación minimalista tiene un tono tradicional o arcaísta:
  • Sólo los trabajadores manuales, obreros o campesinos: o sea, excluyendo los técnicos, los trabajadores no manuales, tanto si son oficinistas, capataces, cronometradores, etc, como si son de profesionales liberales, intelectuales, artistas, maestros, etc.
  • De entre los trabajadores manuales sólo los explotados por otro: o sea, excluyendo a los artesanos, a los campesinos con parcela propia, a los obreros con taller propio tanto si utilizan el trabajo de terceras personas (de las que son explotadores) como si no;
  • De entre los explotados, sólo la población no exterior al proceso de producción: o sea, excluyendo al ama de casa obrera, los obreros en paro, los delincuentes y marginados, los estudiantes por lo menos a partir de los 14 años aunque sean de familia obrera, los universitarios, etc.

La interpretación maximalista tiene, por contraste un tono nuevo o modernista: englobando indistintamente a técnicos, oficinistas, capataces, cronometradores, profesionales liberales, intelectuales, artistas, maestros, etc. en tanto que asalariados en sentido amplio (aunque algunos venden trabajo o el producto mismo bajo fórmulas jurídicas distintas del “salario”, aunque algunos reciban añadido a su salario una parte de plusvalía); también a quien trabaja por cuenta propia como artesano, con parcela o taller propio, etc. en tanto que explotado por el sistema (aunque tenga trabajando junto a él a terceros); también a todo el pueblo en general, si se exceptúa a la minoría en el poder, está en cierta manera alienada por el sistema, por la sociedad de consumo de masas, la publicidad, la televisión, etc. (en este sentido, un amplio sector de la pequeña y media burguesía, aunque ni participe directamente del proceso de producción o participe a título de explotadores es, en este sentido, explotada y forma parte de todo un pueblo explotado-alienado).
Hay que buscar el punto medio adecuado entre ambas posiciones, la primera excesivamente cerrada (elobrerismo exagerado y sus desmesurados elogios del trabajo alienador, de la condición de explotado, de la mano callosa del trabajador, etc. al que suele tenderse más por folklore y pintoresquismo que por razones de peso); la segunda tan abierta que da pie a toda clase de [ilegible] y oportunismos (un ejemplo es Serge Mallet que llega a decir que [ilegible] de las empresas punta no sólo son más progresistas -¿por qué?- sino que constituyen la nueva “clase obrera”, el sector de la clase que ha escapado a las redes del consumismo en que ha caído el proletariado tradicional, el nuevo sujeto de la revolución). Entre la posición maximalista y la posición minimalista quedan toda una serie de sectores y capas intermedias, que objetivamente se alienancon el proletariado o la burguesía y que el Fascismo, “la democracia orgánica”, la CNS, etc. ha constituido en 3ª clase social para suavizar los contrastes y antagonismos y disimular vanamente la existencia de una lucha de clases y de una misión histórica del proletariado.

El oportunismo en torno a las clases medias.

La fijación de quien es proletariado no es, como pretende la burguesía un estudio sociologista o de un nivel de ingresos: es la delimitación de quien es el sujeto de la revolución. Para los oportunistas, la delimitación acerca de las clases medias –un conglomerado heterogéneo que la burguesía pretende consolidar bajo la forma de tercera clase que niegue la evidente existencia de dos grandes clases antagónicas- es mejor esquivarla dejándolo todo en una penumbra en la que todos los gatos son pardos (sea bajo el nombre de “reconciliación nacional”, de “alianza de las fuerzas del trabajo y de la cultura”, de “frente popular anti-imperialista”, etc.).
Así, los oportunistas se complacen en organizar una “asociación democrática de cuadros y técnicos”, una asociación democrática de periodistas, de médicos, una organización estudiantil que consolide a su alrededor un movimiento específicamente universitario, una organización para maestros si viene al caso, otra para amas de casa, e incluso una organización de sacerdotes democráticos y una “asociación democrática de pequeños empresarios”; sin contar con la movilización de artistas e intelectuales. Todos estos movimientos son retrógrados y reaccionarios en tanto que organiza la pequeña burguesía como si fuera una clase, en dirección opuesta a la marcha de la historia y de la lucha de clases revolucionaria.
Salvo cuando existen factores de explotación (asociación de empresarios), de alienación (asociación de curas) o de mistificación en general (mistificación cultural por parte de los intelectuales, otros tipos de mistificación), en todos los de más casos no se niega la posibilidad de que individuos de extracción y de actividad no específicamente proletaria puedan ser revolucionarios subjetivamente (si su sinceridad queda probada) y objetivamente (si la práctica lo confirma): algunos estudiantes pueden alienarse teórica y prácticamente con la clase obrera pero tienen que empezar por negar que los estudiantes, tomados como conjunto, sean todos revolucionarios, como finge creer el movimiento estudiantil; lo mismo puede decirse con respecto a técnicos, maestros, etc. en donde pueden darse minorías de individuos honestamente revolucionarios aunque, en tanto que conjunto estructurado sean todo lo contrario. En casos en que se da explotación, alienación o mistificación, como ya se ha dicho, no basta con que haya unos individuos honestos marginados subjetivamente de la inmensa mayoría para poder alinearse con la clase revolucionaria: han de abandonar objetivamente su condición de sacerdotes, “intelectuales sagrados”, empresarios, etc.
Las capas medias son un conjunto heterogéneo, destinado a escindirse a título prácticamente individual en dos direcciones, ya que forman parte de una sociedad presidida por el antagonismo fundamental entre dos grandes clases sociales, explotadores y explotados. Así pues, la burguesía consolida teóricamente a las capas intermedias de tercera clase, que los oportunistas realizan en la práctica esta consolidación, y que una y otra cosa son contra-revolucionarias: políticamente, el Fascismo y todas las formas de corporativismo se han basado siempre en la movilización de las capas medias y de su irracionalismo, propio de una clase en [ilegible], en proceso de proletarización progresiva a medida que se ensancha el foso que separa a explotadores y explotados.

Proletariado y teoría revolucionaria.

De hecho en determinados periodos (debido al bajo nivel de la lucha d clases) y en determinados aspectos (debido al carácter mistificador de la sociedad de consumo) la frontera entre explotadores y explotados se presenta a menudo borroso y sin la evidencia con la que aparece cuando la lucha de clases crece y se agudiza (por ejemplo, en los “tiempos heroicos” del pasado; por ejemplo, en la revolución de Mayo en Francia, anticipo de las huelgas salvajes que se avecinan al Neocapitalismo), significa que, por encima de tales contingencias, el criterio estricto de delimitación entre burguesía y proletariado se efectúa siguiendo los altibajos de la lucha de clases porque es un criterio, en definitiva, de política revolucionaria.
En relación con toda esta cuestión suele plantearse un falso problema: si la teoría revolucionaria ha sido elaborada desde dentro o desde fuera de la clase obrera en lucha; es inadmisible una teoría revolucionaria exterior a la práctica revolucionaria. Un planteamiento superficial de este falso problema da entonces alternativas igualmente falsas: Marx no era un obrero pero vivía pobremente, Engels era un pequeño empresario al que el sistema explotaba, Lenin era un intelectual, un obrero de la cultura, etc, etc. En nombre del sentido de “clase” más estricto se está apadrinando en realidad el criterio más elástico y flexible, dando pie a la hora de la verdad a los planteamientos interclasistas propios de la pequeña burguesía: ya que la clase obrera es el protagonista único de la historia y ya que Marx y Engels elaboraron la teoría revolucionaria del movimiento obrero de su tiempo hay que deducir según ellos que eran obreros y protagonistas de la Historia, aunque en este intento pueda perderse el sentido real de proletariado.
El leninismo ha sido la más funesta confirmación de esta confusión entre intelectuales de la clase (Partido) y la clase obrera real: los intelectuales de la clase han abandonado su función intelectual al servicio de la clase para sustituir a la clase en su acción política y usurparle así los frutos de su acción revolucionaria; ya no es la clase obrera la protagonista de la Historia sino el Partido, una masa exterior a la clase pero que se pretende interior a la misma… En este sentido, todos conocemos los ritos de “proletarización” que se han llevado a cabo en el seno de los grupúsculos izquierdistas que pretendían prolongar el malentendido de los bolcheviques rusos.
Todos estos falsos problemas y falsas soluciones revelan un profundo subjetivismo-individualismo (en el caso del leninismo y las “proletarizaciones”) así como un mecanicismo ingenuo extremadamente funesto (¿qué quiere decir “desde dentro” y “desde fuera” cuando se está hablando de teoría revolucionaria?). No hay ni puede haber teoría revolucionaria desde fuera de la clase revolucionaria porque no hay ni puede HABER acción revolucionaria desde fuera de la misma: proceda del individuo que proceda, esta teorización de la acción revolucionaria verificable en nuevas acciones, esta teoría pertenece a la clase obrera y a su acción. Es lógico que muchas veces estos intelectuales que sirven de instrumento a la clase revolucionaria para dar forma teórica a su praxis cotidiana sean de procedencia exterior a la clase, individuos que no han participado personalmente en las luchas concretas. Pero la teoría revolucionaria no es el individuo que da forma a las experiencias de la lucha de clases, la teoría está en relación dialéctica directa con la acción y ésta con la teoría: esta relación es praxis.
Esto equivale a decir que sin lucha de clases revolucionaria que existió en tiempos de Marx, la aportación teórica de éste habría sido imposible; en cambio si Marx no hubiera existido la clase obrera en lucha hubiera hallado a otros individuos que, mejor o peor, hubieran formulado la experiencia de la lucha de clases revolucionaria de aquel tiempo. Y, como quien dice Marx y la clase obrera de su tiempo dice también cualquier individuo exterior a la clase que haya hecho aportaciones a la formulación teórica lo más precisa posible de la lucha de clases que agita sus tiempos se comprende que –contra los ritos pequeño-burgueses- de la “proletarización-leninista”- afirmemos:
  1. la teoría es desde fuera y no-revolucionaria cuando no está en relación dialéctica directa con la experiencia de la lucha de clases (aunque sea un obrero quien la formule);
  2. la teoría es desde dentro y revolucionaria cuando está en relación dialéctica directa con la experiencia de la lucha de clases (aunque sea un pequeño-burgués quien la formule).

lunes, 20 de junio de 2011

Movilizaciones estudiantiles: ¡A extender el conflicto!

Llamamiento a mantener las tomas, 
a no decaer el ímpetu, a extender el conflicto.

Hermanos y Hermanas de clase:

Los anuncios del gobierno de comenzar a entablar negociaciones con el Partido autodenominado comunista, debiese ser el llamado de atención para agudizar la movilización, en especial para los secundarios. Preguntamos: ¿Quiénes están a la cabeza de la Confech, del Colegio de Profesores? Militantes de dicho asqueroso partido (recuerden cabros que los socialdemócratas han bajado todas las movilizaciones  en el pasado, no podemos permitir que lo sigan haciendo). El movimiento ahora debe crecer. Las negociaciones, si es que se hacen, se deben realizar en bloque, no parceladas, fragmentadas o sectorizadas, no hay que aceptar las divisiones (por ejemplo el llamado de Lavín a la vuelta a clases producto de una reunión sostenida con ¡3 alumnas del Carmela Carvajal! O sea ¿3 alumnas tienen mayor injerencia que los 100.000 manifestantes del jueves pasado? a las que el Estado/Capital y sus organizaciones paraguas (federaciones estudiantiles, sindicatos y partidos políticos) están tratando de llegar. Y todo debe hacerse en movilización.  El llamado es a no bajar las tomas. Recurso indispensable de presión.

La hora llama a no desanimarnos e ir un paso mas allá de la situación que se está gestando actualmente: abran los centros de estudio para la conformación de foros, talleres, debates,  y con esto romper la cultura del orden, la cultura del capitalismo, de la cual, la educación es su principal gestor. No debemos olvidar que la educación está garantizada y acondicionada para el funcionamiento exitoso del trabajo asalariado, de este capitalismo espectacular en el que vivimos. Esta educación es la única posible para que a los estudiantes nos intercambien en el mercado laboral como cosas con un valor variable según las crisis financieras o económicas en las cuales se encuentre la sociedad. Pero retomando lo anterior: la abertura de los centros de estudio debe ser en una concordancia hacia los fines generales de un movimiento que comience a criticar la existencia misma de esta educación capitalista. Es imprescindible que los-as trabajadores-as se sitúen del lado de los estudiantes. Solo con ellos-as, y nunca sin ellos-as, se podrá lograr la IMPOSICION de nuestras necesidades, por sobre las necesidades del mercado. Los fines deben redescubrirlos ustedes mismos, entre todos, interactuando en dinámicas que se separen RADICALMENTE del funcionamiento de esta sociedad, que entendámoslo bien, NO NOS PERTENECE, pues esta CONTRA NOSOTROS, POR SOBRE NOSOTROS Y NEGANDONOS A NOSOTROS MISMOS.

Es necesario que se entienda que esta lucha es total y no pertenece al estudiante, como ser alejado del resto de las relaciones sociales, es un conflicto encuadrado dentro de la lucha de clases 

¡Hermanas y Hermanos de Clase: esta pelea debe incluir e incumbir a los-as trabajadores-as, es un conflicto del Proletariado!

El estudiante es un rol transitorio hacia el trabajo. Los perfeccionan para venderse como mercancía en el mundo laboral, por ende, toda la vida del estudiante está controlada para servir, en el futuro, de esclavos perfeccionados para cada trabajo necesario dentro de la producción incesante de cosas innecesarias. Solo reconociendo lo que somos, proletarios, podemos enfrentar en combate esta vida falsificada del mundo burgués. Y cuando mencionamos los fines generales a conseguir, solo enunciamos lo que se ha vislumbrado desde los confines de nuestra clase: abolición de la sociedad de clases, del trabajo asalariado y aniquilación del estado.

Hermanos y Hermanas de Clase: la hora llama a centralizar los esfuerzos, a no dejarse amedrentar, a extender, continuar y radicalizar las tomas. En sus manos está la continuidad del movimiento. No permitan que los embauquen, ni que los vendan como en el 2006. 

Como indicaba un panfleto repartido hace algunas semanas en España, con motivo de las acampadas en las plazas: “Hace falta desobedecer, porque ninguna revolución se ha hecho nunca respetando las leyes de los poderosos. Hace falta desobedecer, porque lo más violento de todo no sería continuar actuando ilegalmente, sino dejar pasar la oportunidad de acabar de una vez por todas con todos los abusos, con toda la violencia masiva que esta sociedad produce”. Los llamarán a volver a la normalidad, NO LO PERMITAN. Lo más violento de todo sería volver a la normalidad a la que ellos nos han encadenado.

¡Impongan sus necesidades! ¡Están en condición de ello, que no les quiten su oportunidad!

Comité de la Imaginación
Algunos Proletarios-as que estudian
Núcleo de Agitación Comunista

Tomado de Hommodolars

viernes, 10 de junio de 2011

Nuevo número de "Cuadernos de Negación"!!

NRO.5 | MAYO DE 2011
CONTRA LA DEMOCRACIA, SUS DERECHOS Y SUS DEBERES

Compañeros y afines, aportamos éste nuevo número de CUADERNOS DE NEGACIÓN donde abordamos una crítica radical de la democracia. Deseamos que las reflexiones aquí compartidas sirvan para difundir la negación de ese lastre que impide en estos momentos a hermanos y hermanas de diferentes latitudes levantarse con su propia fuerza, con su propia comunidad. Aquí es cuando toda la ideología democrática expresa su fuerza material, a la hora de recuperar las luchas... Luchas contradictorias, limitadas, es cierto, pero con la posibilidad de proyectarse asumiendo lo que se necesita para terminar con las causas de nuestras miserias.
Saludamos a todos quienes hoy luchan en Kurdistán, Túnez, Egipto, Libia, Grecia, Bolivia, Perú, Chile, España, y en cualquier rincón del planeta hasta la abolición total de la dictadura del Estado y el Capital. 

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La alternativa para los esclavos asalariados no está en el hecho de tener un gobierno más a la izquierda o más a la derecha, en soportar el desprecio de los politiqueros pluralistas o la arrogancia de una oligarquía militar, en participar en el constante agravio y reprobación entre una organización política partidista y otra. La contradicción fundamental se encuentra entre dictadura de la burguesía -sean cuales sean los mecanismos puestos en marcha por esta clase para administrar la explotación- y el desarrollo del comunismo y la anarquía, es decir, la destrucción de la explotación, el Estado, el valor y la sociedad de clases.

Contenido:
▪ Presentación: critica de la democracia
▪ Preparar las elecciones o preparar la revolución

▪ Democracia y dictadura

▪ Alternativas democráticas a la democracia

▪ El estado y su aparato represivo
- Policías, sociedad policial, “trabajo sucio” y robo
- Sistema penitenciario
- ¿Y la seguridad?
- La industria del control del delito
▪ El delito y la pena
▪ La ley y el orden
▪ Derechos, deberes y libertades
▪ Derecho a luchar… democráticamente

▪ ¿Entonces?

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Mayo 2011

(AGRADECEMOS SU DIFUSIÓN)

viernes, 3 de junio de 2011

Posicionamiento clasista acerca del 15M en españa...


LAS PROTESTAS DEL “15M” Y LAS MINORÍAS REVOLUCIONARIAS

EL 15 de mayo, tras diversas convocatorias, la puerta del sol de Madrid es tomada por unos pocos miles de manifestantes que se muestran hartos de seguir soportando el empeoramiento de sus condiciones de vida. La policía decide intervenir para echarlos, lo que provoca una reacción en todo el país con decenas y decenas de miles de proletarios saliendo a las calles. Las plazas de ayuntamiento de casi un centenar de ciudades son tomadas y pasarán a ser el centro de gravitación de las protestas.
Lo primero que tenemos que subrayar es que estamos ante una protesta masiva del proletariado que tras décadas sin expresarse como clase en esta región del mundo, vuelve a salir a ella para protestar contra sus condiciones de vida, expresándose colectivamente en estructuras -asambleas- FUERA DE PARTIDOS Y SINDICATOS. Por supuesto su hererogeneidad y contradicciones son tremendas, como no puede ser de otra forma por cómo ha irrumpido y por el mismo desarrollo del proletariado tras décadas de contrarrevolución, desestructuración y de sumisión democrática. Ante todo hay que tener en cuenta que es la primera aparición seria del proletariado al margen de partidos y sindicatos en estas tierras desde hace mucho, pero que mucho tiempo.
Hay que dejar claro también que entre los convocantes, entre las consignas, hay mucha fuerza de la socialdemocracia, hay mucho ciudadanismo, mucho reformismo, mucho pacifismo, mucho gestionismo en las plazas, "reivindicaciones" que no respondenden a las necesidades humanas. Sin embargo por primera vez en mucho tiempo hay algo fundamental: las protestas han roto la moribunda apatía y el individualismo, asustando a las fuerzas del capital por su fulgurante irrupción. Pese a que efectivamente las ideologías que dominan las protestas son democráticas, el impulso que hay detrás es claramente clasista. Los que han salido a la calle, han salido porque no aguantan más la soga del capital.
Pese a que estas protestas se inscriben en la oleada de luchas que recorre el mundo, pese a que estas protestas y los enfrentamientos en Magreb, en Oriente Medio, en Grecia... son expresiones de una misma lucha por imponer las necesidades humanas contra el látigo del capital, los niveles de enfrentamientos son obviamente diferentes y lo que se está jugando son diferentes aspectos de la lucha internacional. En en el norte de África los proletariso han llegado hasta tal punto que están obligados a dar el todo por el todo, a esbozar una tentativa insurreccional. En España el proletariado no ha llegado a ese punto y lo que se está planteando de forma inmediata en las protestas actuales es el retorno, tras décadas de contrarrevolución, del asociacionismo proletario masivo, de las estructuras para la lucha proletaria. Está en juego la ruptura con el aislamiento, la creación de estructuras de combate, la organización de la comunidad de lucha, pues nuestra clase está tratando de articular su fuerza e imponer sus necesidades fuera de los aparatos burgueses, busca concretar herramientas para defender sus condiciones de vida.
Las calles están abarrotadas, en las protestas se lee y se discuten sobre cómo luchar, la no-vida por y para el capital es rota para plantear colectivamente la lucha contra lo que nos convierte en esclavos. Los proletarios ven necesario luchar y tratan de EXPRESAR ORGANIZATIVAMENTE SU HARTAZGO Y SUS NECESIDADES. Pese a que la mayoría no se reconocen aun explicitamente como una clase que es explotada, sí que lo han asumido en las protestas de forma implicita rompiendo todas las categorías que nos impone el capital (parados, trabajadores, estudiantes, inmigrantes, jovenes, viejos... se ha unificado en las calles). El corse de espectador se ha roto y la tentativa de reconstrucción del sujeto de la revolución, aun de forma totalmente embrionaria y sin reconocerse como lo que es, ya está sobre la mesa.
Dicho esto, tenemos que insistir en que esta realidad irrumpe con una tremenda fuerza de las posiciones clásicas de la socialdemocracia que son un agujero para la neutralización de este proceso, para la canalización de las protestas al interior del Estado. Y bajo esas condiciones se ventilará en estos días próximos la cuestión fundamental: o consolidación del asociacionismo proletario o recuperación burguesa de las estructuras que se están creando. En todas las acampadas, en todos los nucleos en torno a los cuales se centralizan por el momento las protestas, se están dando ya elementos que van a marcar el devenir de los acontecimientos de forma inmediata. Está materializádose la puja (en la mayoría de los casos velada) entre dirección proletaria y dirección burguesa, entre transformación de esas estructuras en partes del Estado o su consolidación como estructuras de combate para las necesidades proletarias, puja oscurecida por las ideologías y la formulaciónes bajo las que éstas se materializan. Y hay sitios en los que, desgraciadamente, no nos va nada bien y la canalización nos gana terreno.
La actuación de las minorías revolucionarias es fundamental en todo este proceso. Es fundamental combatir las posiciones de nuestro enemigo e impulsar las posiciones proletarias, denunciar las posiciones que no buscan más que un lavado de cara para mantener todo intacto, y defender lo que va hacia la defensa de nuestras condiciones de vida, en definitiva tenemos que luchar contra el reformismo y por la ruptura proletaria, para impedir la recuperación burguesa de las asambleas y consolidarlas como estructuras de combate. Aquellos que se autodenominan revolucionarios y miran espectantes el trascurrir de los acontecimientos, o aquellos que descalifican las protestas por las debiles expresiones formales que se están levantando, o esos otros que participan de forma acrítica en ellas sin luchar contra las ideologías ni impulsar nuestros intereses, serán cualquier cosa menos revolucionarios, pues están participando, de una u otra forma, en todo el proceso de encuadramiento de la protesta, en el exterminio del potencial asociacionista que se está esbozando. Los primeros no son más que cadáveres vivos, espectadores de una realidad que solo tratan de observarla e interpretarla, pero que en absoluto buscan transformarla. Los segundos son cuerpos sin percepción de la realidad, pues lo único que perciben y comprenden es mediado por el idealismo y el Estado, de ahí que usando la codificación y el análisis burgués de la protesta, las reduzcan a lo que dicen algunas nefastas banderas de los que luchan, siendo incapaces de ver lo que todo esto oculta, siendo incapaces de comprender que "no es lo que dicen, sino lo que hacen". Y los terceros son títeres sin vida que ni impulsan las protestas ni combaten sus debilidades, simplemente "estan allí" dejándose llevar por lo que haya, no solo viendo sin pestañear como la socialdemocracia encuadra la protesta, sino peor aun, sirviendo de mano de obra para realizar este encuadramiento.
Desde luego, lo que caracteriza a los revolucionarios es, en primer lugar, ser la expresión más decidida y combativa de las luchas que se desarrollan contra el capitalismo, independientemente de sus debilidades. Y en segundo lugar, ser un polo de agrupamiento para luchar contra todas las debilidades, ideologías y fuerzas de la burguesía. Por ello las minorías revolucionarias tenemos que estar en el seno de estas protestas, tenemos que combatir las debilidades que hay -¡que tenemos!-, tenemos que enfrentarnos a las ideologías y fuerzas del capital que buscan asimilar el movimiento, tenemos que impulsar la lucha por la imposición de las necesidades humanas contra la dictadura de la economía.
Nuestro lugar está en asumir lo que somos: la fuerza que genera el proletariado en su seno como la más decidida y combativa.
Por eso impulsamos a todos lo compañeros, a todas las minorías revolucionarias a defender nuestros intereses de clase y a combatir el encuadramiento burgués en estas protestas. Llamamos también a fortificar y extender los contactos entre nosotros, a crear redes organizativas.
En las asambleas, comisiones y nucleos organizativos de las protestas podemos apreciar que los intereses proletarios y los burgueses están ya en pugna. Podemos apreciar rápidamente como la contraposición ya se manifiesta nítidamente, salvo que miremos las cosas con ojeras ideológicas.
Por un lado están representados los intereses burgueses. El capital se personifica principalmente mediante toda fuerza que busca encuadrar, conscientemente o no, la protesta y sus estructuras al interior del Estado. Podemos observar cómo hay sectores que buscan orientar todo hacia meros cambios de gestión en el parlamento. Tal y como unos compañeros comentan en un texto y muchos hemos percibido rápidamente, en cuanto se está un poco en las asambleas o comisiones y se está tratando de lo fundamental, del contenido clasista de la protesta, se ve como toda su oratoria va dirigida a intentar hacernos creer que el problema principal es reformar la ley electoral, reivindicar la separación de poderes... Buscan canalizar todo hacia el cambio en las formas de gestión capitalistas.
"Nos hacen creer que, una vez solucionado el tema de representación de partidos, todos nuestros problemas se acabarán, porque así controlaremos nosotros a los políticos." Lo que concierne a las condiciones de vida, a todos los aspectos cotidianos que destruyen nuestras vidas, están totalmente en segundo plano y se trata de borrarlos de las reivindicaciones mínimas a asumir. Peticiones, ruegos, cartas, modificaciones en las leyes... Algunos facciones burguesas tratan incluso de utilizar las protestas como plataforma electoral. Izquierda Unida y todos los partidillos minoritarios están moviendo sus hilos. Incluso el PSOE, tras su fracaso electoral, ha decido ponerse al frente de la recuperación por muy paradójico que sea él el partido gobernante (las asociaciones de vecinos, las cuales están en su mayor parte bajo su control, está siendo ya uno de sus caballos de troya, ¡incluso las delegaciones del gobierno tratan de meter sus tentáculos en algunos asambleas!).
Estas fuerzas y maniobras materializan la fuerza principal de nuestro enemigo que si se impone transformará toda la protesta y sus estructuras en un nuevo chute temporal para el capital (quedando todo en un movimiento ciudadanista haciendo peticiones legales al Estado, pidiendo un referendum, transformando todo en expresiones de partidos...). De momento todo esto se articula en torno a los tres puntos que quieren imponer: reforma de la ley electoral, transparencia política... Pese al despliegue que se hace desde todas las fuerzas del capital (prensa, televisión, políticos...) para que sea la principal, y a poder ser la única, articulación del movimiento, no han podido por el momento, al menos que sepamos, imponerlo en ninguna asamblea.
Por otro lado están los intereses proletarios. Lo personifican la mayoría de los que tomaron las calles y que están hartos del empeoramiento de sus condiciones de vida. Buscan, independientemente de cómo lo formulen, articular en fuerza organizada sus necesidades, que su hartazgo existente encuentre formas organizativas para luchar. Su preocupación se centra no en las formas de gestión capitalistas, sino en los aspectos concretos que les afectan, en sus condiciones de vida (ámbito laboral, ayudas sociales, sanidad, pensiones, vivienda...). Es la expresión que busca imponer los intereses humanos contra la economía, y trata de articular y concretar formas de imponer esos intereses al capital. Y lo trata de hacer sabiendo que para nada valen partidos y sindicatos pues no los considera para nada sus representantes, sino representantes de los intereses económicos, parte integrante e inseparable del problema. Es verdad que muchas formulaciones son muy pobres, pero detrás están las necesidades de una clase, el impulso por imponer los intereses humanos al capital, es decir la lucha que acabará tarde o temprano con todas las condiciones existentes. También es verdad que en algunos casos las formulaciones son algo más claras (impedir que desalojen de sus viviendas a los que no puden pagarlas; buscar mecanismos para que los parados dispongan alimentos y viviendas, entre los cuales han salido al tapete organizar expropiaciones a supermercados y ocupaciones de viviendas vacías; llevar las estructuras a los centros de trabajo, a los centros de educación...) Aquí está nuestra fuerza, la fuerza de nuestra clase, y si se impone asistiremos al regreso del asociacionismo proletario masivo tras tantos años de aislamiento e individualismo.
Esta lucha de contraposición de intereses y necesidades que se despliega en las asambleas y
comisiones, y que aparece a veces entremezclada, refleja la lucha burguesía-proletariado, economíahumanidad, la lucha por transformar las organizaciones que se están desarrollando en organos burgueses para la reforma o en órganos proletarios de combate.
Nuestro sitio en todo esto está, en tanto que revolucionarios, en pelear con todas nuestras fuerzas y posibilidades por la recomposición de las estructuras de clase. Está en juego que empiece a cambiar la correlación de clases, que regrese con fuerza el asociacionismo proletario de antaño. Hoy podemos ver, pese a la fuerza de la socialdemocracia, que ya se vislumbra esa realidad. Hay materiales clasistas que antes solo estaban en locales militantes y que hoy están a disposición de decenas de miles de proletarios que los cojen CON CONFIANZA Y CERCANÍA, los discuten, los ves expresar su enfado gritando bonitas consignas. Hace unos días solo en pequeños círculos se discutía organizarse fuera y en contra de los sindicatos; hoy decenas de miles lo plantean, lo discuten y de momento ya se sitúan afuera de ellos. Hace unos días solo la militancia revolucionaria reivindicaba la lucha contra la paz social y la lucha de clases; hoy son decenas de miles los que ven necesario rebasar la legalidad y, pese al nefasto discurso pacifista que domina actualmente, discuten ya sobre el uso de la violencia. Hoy se está gestándose la expresión organizativa de todo el descontento que soltaban los proletarios desde hace años, pero que no se expresaba organizativamente quedando en indignación individual. Y está en juego también que esto influya en toda la correlación mundial de clases, no solo haciendo que la oleada de luchas que recorre el mundo llegue aquí, sino que las estructuras que se hoy tratan de concretarse emerjan con fuerza en esa oleada.
En poco días las protestas comenzarán a definirse: o canalización burguesa o ruptura proletaria. Nuestra tarea es luchar por que la segunda se abra paso contra la primera. Si así fuera hay que tener claro que esto nunca es definitivo y la tentativa de canalización siempre estará presente. Y si se impone el capital, si sufrimos otra derrota y todo es encuadrado por nuestro enemigo, tenemos que sacar fuerzas y directivas para próximas luchas, tenemos que consolidar las estructuras y lazos que hayamos creado entre compañeros, tenemos que transformar la derrota en fuerza actuante para próximos envites.
Pues ante todo tenemos que ser conscientes de que esto no ha hecho más que empezar, que esto es sólo un prolegómeno de lo que está por venir, tanto aquí como en todo el mundo.

¡¡ASUMAMOS LA LUCHA POR LA RUPTURA REVOLUCIONARIA!!

¡Nos vemos en las calles!

proletariosinternacionalistas@yahoo.com
Pásaselo a un compañero, fotocopia, discute, critica, contacta...

miércoles, 1 de junio de 2011

¡A por todo! Sobre la ola de protestas por el mundo


EL PRESENTE NO VOLVERÁ

No es que el presente tenga condiciones especiales que obliguen a las personas a salir a la calle a protestar, pues nuestro tiempo vive encausado en el capitalismo, un sistema social que se perpetúa en base a la insatisfacción, por tanto las condiciones para la exaltación y la revuelta son constantes. El encanto de éste momento que nos toca vivir es que esa insatisfacción que se vive habitualmente en forma individual y condicionada a las normas ha encontrado masivamente su expresión colectiva, fuera de lo legal y la paz social, pues incluso las protestas que se denominan “pacíficas” rompen con lo establecido.

En lo formal la reacción colectiva expresa su rechazo al autoritarismo político en un país, a la desprotección social en otro, a la mercantilización de la educación en otros tantos, a la explotación de la naturaleza en alguno, al aumento de los precios de alimentos y transporte en casi todos. Entonces acontece que por una temporada centenares, miles y millones de personas en diversas latitudes están intentando romper con la lógica impuesta, contradecir al Estado y al Capital sin que ellos mismos se atrevan a plantearlo, pues el mayor problema es que la mayoría de esas personas no son concientes de lo que están haciendo, sus actos son más certeros que sus palabras.

Salvo en las revueltas más radicalizadas en medio oriente (radicales en tanto encaran la raíz de su insatisfacción) pareciera que la acción espontánea de millones de personas alrededor del mundo busca perfeccionar los instrumentos de sometimiento: más democracia, más trabajo, más educación, más producción. Miran en conjunto al cielo esperando por un héroe que baje del Olimpo del sistema a representar sus aspiraciones sin descubrir su propia fuerza y belleza como conjunto de seres humanos deseosos de una vida plena, sin bancos, sin políticos, sin reyes, sin hidroeléctricas ni guerras por fuentes energéticas, sin alquileres, sin escuelas que no enseñan nada más que la reproducción de la misma mierda. Sin Estado, sin Capital.

Pero éste presente aún no se nos escapa, y hacernos cargo de éste tiempo es lo único que nos queda si no queremos que los nuevos políticos, las nuevas fuentes de energía, la nueva democracia que surja triunfante de la actual crisis y sus protestas sean la mierda que tengamos que tragarnos mañana.

Hermanos, hermanas:

¡A por todo!

-----algunos incontrolados por la imaginación antagonista-----