"Como hemos expresado en cada una de estas ediciones, la unidad de la vida y su relación de totalidad hace que los temas se entremezclen constantemente, dando lugar a reflexiones que naturalmente no se limitan al tema central que cada número propone, en este caso el de la religión.
Y desde el título lo que intentamos es evidenciar que el cielo no es más que una proyección idealizada de lo que sucede en la Tierra. Y la religión no se alimenta del cielo sino de la tierra. Y porque una mejor vida es posible antes de morir y no después, en el más acá y no en el más allá, decimos: ¡Abajo el reino de los cielos!"
La religión sobrepasa indudablemente a cualquier otra actividad humana en cantidad y variedad de tonterías. Si se considera además su papel como cómplice de la dominación de clase a través de la historia, no es sorprendente que haya atraído sobre sí el desprecio y el odio de cada vez más personas, en particular de los revolucionarios.
La religión continúa adaptándose, en su forma institucional o sin ella, a los pequeños cambios del modo de producción y reproducción de la vida, persistiendo bajo diferentes formas.
El movimiento revolucionario debe oponerse a la religión, pero tomando posición del otro lado de ella. No siendo menos que la religión, sino más.
Contenido:
▪ Introducción
- ¿De que hablamos cuando hablamos de religión?
▪ ¿Ateísmo?
▪ Extrañación y mutilamiento
- El humano como centro: así en la tierra como en el cielo
- Mutilación
▪ Las armas de la crítica y la crítica de las armas
▪ ¿Libertad de conciencia?
- Adán y Eva y el judeocristianismo cotidiano
▪ Influencias religiosas en el autodenominado movimiento revolucionario
▪ Creencias a medida
- El optimismo del ahorcado
▪ ¿Oponer la ciencia a la religión?
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